• En el año 1898, al cesar la soberanía española en la Isla, los funcionarios del antiguo gobierno se llevaron la mayoría de los fondos documentales históricos existentes en el país. Lo que quedó fue remitido a la Biblioteca del Congreso en Washington, DC, siguiendo lo estipulado en el Tratado de París.
• En 1903 la Legislatura insular aprobó una ley “para la colección y conservación de ciertos datos históricos de Puerto Rico”.
• En 1913 se estableció la posición de Historiador Oficial de Puerto Rico con la función de “registrar, compilar y publicar todo lo sucedido y acontecimientos locales acaecidos en Puerto Rico de carácter político, científico, judicial, literario, religioso, legislativo, social y económico” y se nombró para las funciones a don Cayetano Coll y Toste.
• En 1919 se aprobó la ley para la creación del archivo histórico de Puerto Rico. Esta legislación contemplaba la conservación de los documentos de la antigua Capitanía General de Puerto Rico, de otros organismos del estado y los de carácter histórico–político de la Audiencia Territorial del régimen español.
• Más adelante, la Biblioteca del Congreso devuelve a Puerto Rico parte de la documentación traspasada en 1898, pero en 1926 un fuego consumió gran parte de los documentos que albergaba el archivo histórico de Puerto Rico.
• Los documentos sobrevivientes, junto con los de Obras Públicas, la Audiencia Territorial, la Real Hacienda y Diputación Provincial, conformaron el cuerpo de documentación histórica existente en el país entre 1937 y 1950.
• Para 1950, gran parte de los documentos históricos se encontraban en la Universidad de Puerto Rico o dispersos por el archipiélago.
• El 8 de diciembre de 1955, la Legislatura de Puerto Rico aprobó la Ley Número 5, creando el Archivo General de Puerto Rico como entidad oficial para los documentos públicos de Puerto Rico y lo adscribió al Instituto de Cultura Puertorriqueña, también creado ese mismo año.
• En 1956 se establece el Archivo General de Puerto Rico en el edificio #305 de la Calle San Francisco en Viejo San Juan.
• En 1959, el Instituto adquirió la colección de Robert L. Junghanns, una de las colecciones privadas más importantes del País. Toda la documentación en manuscrito e impresa fue trasladada al Archivo General de Puerto Rico.
• Los documentos que componían el archivo de música, el archivo de grabados, mapas y fotografías y el archivo de la palabra bajo el Instituto fueron transferidos al Archivo General de Puerto Rico para crear el Archivo de Música y Sonido, el Archivo de Fotografía y la Mapoteca.
• En 1972 un movimiento nacional para el rescate de los documentos municipales resultó en la conservación de los documentos históricos previo a 1922 de 41 pueblos y la creación de cinco archivos históricos municipales: Caguas, Carolina, Mayagüez, Ponce y San Germán.
• En 1973 el Archivo General de Puerto Rico se trasladó de su sede en la calle San Francisco a Puerta de Tierra, donde todavía se encuentra. Este importante evento facilitó la devolución al Gobierno de Puerto Rico de los documentos de la Capitanía General de (1797-1898) que se encontraban en la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA) en Washington, DC.
• En 1987 se reúne la primera Junta Asesora de Documentos Históricos del AGPR. Formaron parte de esta: Luis Manuel Rodríguez Morales (primer Archivero General y director del AGPR), la Dra. Aida Caro Costas, el Prof. Luis De la Rosa Martínez (exdirector del AGPR), Miguel Ángel Nieves (director del AGPR en ese momento), el Dr. Elías López Sobá (Director Ejecutivo del ICP en ese momento) y Richard Jacobs.
• En 1987 la “Ley Notarial de Puerto Rico” dispuso el traslado de los protocolos notariales de más de 60 años al Archivo General de Puerto Rico convirtiéndose en el depositario oficial.
• El 8 de octubre de 1992, con el apoyo del Senado de Puerto Rico, se inauguró el Archivo de Imágenes en Movimiento (AIM) como una unidad programática especializada para preservar el patrimonio audiovisual producido por la industria cinematográfica y televisiva de Puerto Rico. En 1995, el AIM logró su admisión como miembro pleno de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF).
• En 2005 el Archivo General de Puerto Rico fue designado como la institución representante de Puerto Rico en el Consejo Intergubernamental de Archivos Iberoamericanos bajo el programa de cooperación Iberarchivos ya que, desde 1994 formaba parte del Censo Guía de Archivos de España e Iberoamérica.
• Luego de dos décadas de investigación de los sucesos del Cerro Maravilla y la develación de la existencia de perfiles (carpetas) levantados ilegalmente por la policía, en el 2005 el Departamento de Justicia de Puerto Rico transfirió al Archivo General de Puerto Rico los archivos no reclamados que componen las carpetas de la policía, la documentación administrativa del funcionamiento de la unidad y proveyó acceso público a estos documentos por primera vez en el año 2015.
• En 2022, el AGPR recibió la devolución de las actas del Cabildo de la Ciudad de San Juan Bautista correspondientes al periodo de 1722 a 1730. Estos documentos, cuya existencia era previamente desconocida se han convertido en los más valiosos y antiguos de la colección, representando un hallazgo de incalculable valor histórico y patrimonial.
• Ese mismo año, el Archivo General retoma las labores iniciadas por Don Ricardo Alegría para “traer a Puerto Rico” los documentos que se encuentran en los Estados Unidos y España a través de proyectos en común de digitalización de patrimonio documental.
• En 2024 se publica la plataforma “Colecciones Digitales del Archivo General de Puerto Rico” para brindar acceso al patrimonio documental digitalizado desde cualquier parte del mundo, marcando un hito en la historia institucional.
• A la fecha, el Archivo General de Puerto Rico, alberga más de 90,000 pies cúbicos de documentos que datan de 1722 hasta el presente incluyendo: sobre 150,000 registros fotográficos, 4,000 títulos fílmicos y 2,000 videocintas, 15,000 partituras de sobre 700 compositores, más de 10,000 grabaciones sonoras, 800 títulos únicos de periódicos y miles de mapas y planos que documentan la vida cotidiana y los avances económicos, de infraestructura, políticos y culturales del país.
“Ne pereant” es una frase en latín que significa “Para que no perezcan” o “Que no se pierdan”. Este lema representa el propósito fundamental del archivo: proteger y conservar los documentos del país para que sean consultados por las generaciones presentes y futuras.