Grabaciones rescatadas de Julia de Burgos en su propia voz

Grabación inédita cortesía de Carmen D’Lucca, autora de El Diario de Julia y Otras Verdades Sencillas


En 2003 escuchamos a Julia recitando un minuto de su emblemático poema Río Grande de Loíza en el documental fílmico, realizado por Ivonne Belén, Julia toda en mí. Ese minuto con la voz de Julia nos despertó el deseo de escuchar más de ella. Nos preguntamos: -¿Si hay textos de ella perdidos, puede existir una grabación extensa de su voz?-Y, como todas las cosas misteriosas de Julia, en abril del 2015, José Olmo, nos trajo la respuesta en una cinta reel to reel silenciada desde el 1984. Como la cinta estaba degradándose la sometimos a un proceso de restauración conocido como baking para luego transferirla a disco compacto. El proceso de restauración no fue del todo exitoso. El técnico no logró un sonido claro pero, a pesar de todo, en junio del 2015 nos encontramos a Julia recitando siete poemas. Innombrable fue la emoción del momento en que escuchamos a Julia viva anunciar cada poema y con voz firme decir:”recitado por la autora, Nueva York, 1949” Entre julio y agosto del 2015 duplicamos la grabación transferida a disco compacto para que los estudiosos de Julia pudieran nombrar su emoción al escuchar la voz de nuestra luminosa poeta nacional Julia de Burgos.

La cinta magnetofónica perteneció al poeta Juan Avilés, devoto amigo de Julia de Burgos. José Olmo relata:-Esta obra fue propiedad de Juan Avilés, un boricua radicado en Nueva York por muchos años, presidente y miembro fundador del Instituto de Puerto Rico en Nueva York, quien tenía varias páginas manuscritas de Julia. Me las entregó para que fuera el custodio y terminó con dos poemas y una carta de contribución de proyecto histórico-literario. De visita con Clemente Soto Vélez y su esposa Amanda a casa de Don Juan, este nos comunica que tiene una cinta magnetofónica con la voz de Julia; y que desea dejárnosla para que la escuchemos y pensemos que hacer con ella.-

Nadie tenía equipo para escuchar la cinta. José Olmo la trajo a Puerto Rico para que la transfieran pero el proyecto no progresó. Pasaron mas de veinte años sin que él (Olmo) pudiera comprobar si la cinta contenía la voz de Julia y otros poetas nombrados en la caja conteniendo la cinta. En febrero 2014 Carmen D’ Lucca organizó la Exhibición Centenario de Julia, en el Centro Bibliotecario del Bronx, a la cual Olmo Olmo asistió y que, como coleccionista de todo lo referente a Julia de Burgos, orgullosamente promovió. Fue entonces que le revela a D. Lucca la existencia de la cinta magnetofónica en Puerto Rico.

D’Lucca hace promesa de costear los servicios técnicos para digitalizar la grabación si él promete traer la cinta cuando regrese de su visita a Puerto Rico en abril 2015. Lo prometido es deuda y Olmo entrega la cinta y D.Lucca la lleva a digitalizar. Ella expone:”Me sentí elegida. José pudo haber entregado la cinta al Centro de Estudios Puertorriqueños pero depositó ese tesoro en mis manos. Lo primero que hice fue investigar el proceso de transferir la cinta a equipo moderno. Fue un trabajo intenso. Empleé a un servicio de transferencia de video y audio en New Jersey. Dos semanas después (no confiando en el servicio postal) fui a recoger el material. Tuve que regresar cuando descubrí que solamente habían transferido la parte de la cinta con Ada Morales leyendo las cartas de Julia a Olivo Muñoz Arce y no la parte con la voz de Julia. Otra semana de demora y otro viaje a New Jersey (4 viajes de ida y vuelta cruzando el Puente George Washington) resultó algo costoso pero valió la pena. Esa emoción sentida al escuchar a Julia no tiene precio.

José Olmo escuchó la grabación por primera vez y confesó que tenía escalofríos, que sentía a "Julia cerca de él.